domingo, 26 de septiembre de 2010

A veces, sólo a veces.

Las posibilidades de encontrarte en una fiesta con un artista al que admirás demasiado desde hace muchos años, y que además ese artista te busque, te de charla, te baile música brasilera y le eche la culpa de su patadurez al calzado, te bese, se encierre con vos en el baño, y que luego se escabulla con vos para tener sexo, son mínimas.

Que te pida tu teléfono, se lo des con un número de menos, y que igualmente él logre comunicarse con vos, te diga que tuvo que hacer un laburo de inteligencia para conseguirlo bien, y lo remate con un "Si lo que querías era deshacerte de mí, te salió mal"... es totalmente posible.