viernes, 5 de noviembre de 2010

Era Obvio

Y eso que es difícil que yo baje la guardia...
Estas últimas semanas fueron muy intensas en mi vida.
Una pérdida, importantísima, casi casi diría yo familiar, hizo que se modificara todo mi esquema de vida y resignificara varios vínculos afectivos.
Descubrí a un grupo de mujeres hermosas, inteligentes, fuertes y compañeras que me ayudaron a atravesar mi duelo. No creí que esto fuera posible. Pero me lo permití.
También me permití que este nuevo que apareció me gustara.
Error, clarísimo error.
Lo que tiene de brillante lo tiene de desubicado. Pero quién es una para decidir en qué momentos la razón actúa sobre los sentimientos... Un momento! Yo siempre hice primar a la razón! Qué me pasó?
La categoría "compañero" adquirió una nueva dimensión en mi vida en los últimos tiempos. Implica un montón de cosas que antes daba por descartadas.
Aún así, éste que es compañero carece de las condiciones básicas para poder abrazarlo como tal.
Primero y principal, básico casi diría, me rechazó con una cordialidad inusitada.
Y joder, qué poca tolerancia que tengo al rechazo últimamente.
Pero una nunca debe perder la elegancia y lo convertimos en un hecho casi intrascendente, como siempre recurrí al humor y la ironía para no dejar entrever el pequeño (no tan pequeño) magullón que dejaron sus palabras al pasar.
Yo lo había anticipado.
Las palabras son muy poderosas.
Y esta vez, golpearon de revés.

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