Claramente la cuestión de los besos me tiene a mal traer... estaré en un estado regresivo hacia la adolescente efervescente??? (rima y todo!!!)
Qué pasó ahora? Cambiamos de escenario y de protagonista. Ahora el que reapareció cual ave fénix fue... EL PROFESOR!!!
Resulta que durante 3 semanas por motivos laborales no pude concurrir a sus clases.
Hoy me reincorporé. Como es costumbre, esperé a que terminara la clase, me quedé charlando con él mientras guardaba sus cosas, y luego bajamos los tres pisos que nos separaban de la calle, la frontera final.
Puerta de la facultad:
ÉL: Y ahora qué hacés?
YO: Voy para mi casa...
ÉL: Para dónde vas?
YO: (mirándolo incrédula... salame, sabés donde vivo...) Para Belgrano...
ÉL: Sí, ya se... digo por acá donde te tomás el colectivo...
YO: Acá enfrente... vos para dónde vas?
ÉL: Acá a la vuelta a tomarme un taxi.
YO: Bueno dale te acompaño y charlamos un rato más (ufff nene toooooodo el tiempo va a ser así???)
Paramos en la esquina a charlar... de esto, de lo otro... cosas totalmente intrascendentes que por supuesto se decían para extender el momento lo más posible... hasta que ya me agoté, y le dije:
YO: Bueno pibe, andá, tomate tu taxi.
ÉL: Ok, se te extrañó estas clases que no viniste...
Acto seguido, me abraza para despedirse. Y repite:
ÉL: En serio se te extrañó.
YO: Puff... me imagino...
ÉL: Qué suerte que pudiste volver.
YO: No me abraces tanto... no me lo hagas difícil.
Él afloja un poquito el abrazo y me da un beso en la mejilla. De esos que cuando estás muy cerca de alguien se dan entre pelos, porque la/las cabellera/s se interponen entre las caras.
Yo le devuelvo el beso al mismo tiempo en su mejilla... y le digo:
YO: Me la hacés muy difícil.
Todavía mejilla contra mejilla le acerco un beso a la comisura de los labios.
El abrazo se afloja.
Me toma la cara con ambas manos y me besa en la boca. Un muy lindo beso.
ÉL: Chau piba, cuidate.
YO: Vos también.