... porque cuando estoy cansada y triste y sola como hoy, puedo echarle la culpa a mis hormonas y decir que estas ganas infinitas de llorar se deben a que estoy indispuesta.
Qué buenas excusas que tenemos las mujeres!!! Envidien hombres, envidien.
Harta de que la lista de personajes variopintos que se atraviesan en mi camino agreguen una P de pelotudos junto a su nombre, la catarsis de la escritura pareció pertinente.
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