lunes, 26 de abril de 2010

Beso de Noche

El Caballero, a pesar de haber pasado a ser uno más de la "lista", ocupa un lugarcito privilegiado, por lo cual sigo reincidiendo. 

Claro que el paso del tiempo me hace un poco menos tolerante a ciertas cuestiones. Que pueden resultar nimias, pero qué aburrido es no tener nada de qué quejarse!!!

Es por eso que hoy decidí hacerle una pregunta para aclarar una situación que me producía cierto "ruido". 

Cuando el caballero me deja en casa por la mañana/mediodía tras un encuentro nocturno con estadía en su morada incluída, nos solemos despedir con un tímido beso en su auto. Digo tímido por no ser más cruel. Pero después de las cosas que hacemos a la noche, siento que la persona de la que me despido a la mañana es otra. 

He aquí el intercambio epistolar que ocurrió tras mi pregunta, clara y concisa.

Yo: Pregunto y creo que la motivación es mera curiosidad antropológica: 
Qué es lo que te incomoda tanto del beso de despedida cuando me dejás en casa?

Él: Hay, hay hay...
Nada me incomoda, es que prefiero un beso justamente “de despedida” y no uno “de comienzo”.
Claro, tu propuesta es la de un “beso de noche” y yo te corto el mambo con un “pico de mañana”...
Perdón perdón!

Yo: ok ok, se ve que yo desconocía las clasificaciones de besos según la posición de la Tierra respecto del Sol.

Él: Pensándolo bien, estoy enfermo.

...

Nah... te parece??? 

Ahora la cuestión es: Cómo se continúa tras semejante declaración? 


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