domingo, 30 de mayo de 2010

Y ahora resulta...

...que no sólamente soy una mujer de la cual los hombres no se enamoran. Increíblemente me convertí en una mujer con la cual los hombres no se acuestan. 

Cuándo pasó esto, la verdad no lo sé. Sólo sé que sucede.

Y no me gusta.

Para nada.


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